ACERCA DEL SALMO 119: Tsade

"Justo eres tú, oh Señor,

y rectos tus juicios.

Tus testimonios, que has recomendado,

son rectos y muy fieles.

Mi celo me ha consumido,

porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

Sumamente pura es tu palabra,

y la ama tu siervo.

Pequeño soy yo, y desechado,

mas no me he olvidado de tus mandamientos.

Tu justicia es justicia eterna,

y tu ley la verdad.

Aflicción y angustia se han apoderado de mí,

mas tus mandamientos fueron mi delicia.

Justicia eterna son tus testimonios;

dame entendimiento, y viviré."

Salmo 119: 137-144

Cómo cuestionar a un Dios perfecto, siendo nosotros imperfectos, esa perfección era la que el salmista tenía muy clara y por ello una de las cosas que más alaba es la justicia y rectitud del Señor, él ha entendido que todos los mandatos de Dios son perfectamente justos y que muestran la misericordia y fidelidad de un Dios bueno, por eso mismo entiende su importancia y es celoso de ellos. ¿Qué tan celosos somos nosotros con la palabra? ¿Somos celosos con el cumplimiento de ella en nuestras vidas? ¿Somos celosos al aprenderla o enseñarla? "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad" (2 Timoteo 2: 15).

Ella debe guiar todo lo que hacemos, sin importar que otros nos critiquen. Como muchos suelen mencionarlo, somos nosotros los que nos sometemos a ella, no es ella la que se adapta a nosotros. ¿Lo hemos comprendido realmente?

Otro de los aspectos que el salmista resalta es la pureza de esta palabra y es que de un Dios puro no podría salir más que pureza, de la misma manera debe pasar con lo que salga de nuestra boca, y para que de nuestra boca salga la pureza, debemos amar la palabra y atesorarla en nosotros, es evidente que a lo largo de este salmo se hace énfasis en el amor a la palabra.

No importa cómo el mundo nos vea, lo importante es cómo Dios nos ve, la alabanza que viene de Él. En la Biblia aparece el triste relato de algunas personas que prefirieron la gloria de los hombres antes que la del Señor, que no nos pase lo mismo a nosotros: "con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en Él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios" (Juan 12: 42-43).

Los atributos de nuestro Dios no cambian, son eternos, así que Él es eternamente el Padre de la verdad. "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación" (Santiago 1: 17).

Casi que en cada apartado de este salmo hemos visto que el consuelo en la angustia y aflicción está en la palabra. Así que cuando pases por angustias, recuérdalo, que la palabra sea tu delicia.

Y termina diciendo el salmista "Dame entendimiento y viviré"; la petición de cada día: ser enseñados por Él.

Diana Gutierrez