IMPUROS PURIFICADOS

"Al día siguiente, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar. Era casi el mediodía.
Tuvo hambre y quiso algo de comer. Mientras se lo preparaban, le sobrevino un éxtasis. Vio el cielo abierto y algo parecido a una gran sábana que, suspendida por las cuatro puntas, descendía hacia la tierra. En ella había toda clase de cuadrúpedos, como también reptiles y aves.
-Levántate, Pedro; mata y come -le dijo una voz.
-¡De ninguna manera, Señor! -replicó Pedro-. Jamás he comido nada impuro o inmundo.
Por segunda vez le insistió la voz:
-Lo que Dios ha purificado, tú no lo llames impuro.
Esto sucedió tres veces, y en seguida la sábana fue recogida al cielo.
Pedro no atinaba a explicarse cuál podría ser el significado de la visión. Mientras tanto, los hombres enviados por Cornelio, que estaban preguntando por la casa de Simón, se presentaron a la puerta." Hechos 10: 9-17

"Entonces les habló así:
-Ustedes saben muy bien que nuestra ley prohíbe que un judío se junte con un extranjero o lo visite. Pero Dios me ha hecho ver que a nadie debo llamar impuro o inmundo." 
Hechos 10: 28


"Pero Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos. También escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse." 
1 Corintios 1: 27-29

Después de algún tiempo de ausencia, regresamos con la reflexión bíblica semanal, en esta ocasión estudiaremos un pasaje bíblico en donde se relata la historia de la visión que el Señor le dio a Pedro antes de que éste se encontrara con Cornelio y se diera la primera conversión y bautismo de gentiles. En esta visión desciende del cielo algo parecido a una sábana, en ella había toda clase de animales que eran considerados por los judíos como impuros o inmundos, Pedro mismo los llamó de esta manera y Dios le contesta diciendo que no llame inmundo lo que Él ha purificado; inmediatamente después Dios le dice que unos hombres vienen a buscarlo y él debe ir con ellos. 

Cuando Pedro llega a casa de Cornelio les explica a quienes estaban allí que aunque la ley judía prohíbe que él se reúna con ellos que son extranjeros, Dios le ha hecho entender que no debe llamarlos impuros o inmundos, es decir que en aquella visión los animales  cuadrúpedos, reptiles y aves simbolizaban a los gentiles, que son todos aquellos que no pertenecen al pueblo judío.

Así que nosotros éramos aquellos impuros e inmundos, pero hemos sido purificados por la gracia de un Dios bondadoso que nos amó sin merecerlo, y por ello el apóstol Pablo, guiado por el Espíritu Santo, afirma que Dios escogió lo insensato, lo débil, lo más bajo, lo despreciado y lo que no es nada, para que nadie pueda alabarse a sí mismo en su presencia. Y esos éramos nosotros, los insensatos, los débiles, los despreciados, inmundos e impuros ante la presencia de un Dios Santo, no hay nada de lo que podamos sentirnos orgullosos ante Él. Por ello cada vez que sientas que el orgullo está tomando lugar en tu corazón o cada vez que la duda y el temor vengan sobre tu vida, recuerda que Dios te escogió sin que tú lo merecieras y te mostró su gracia y gran amor, y sobre todo recuerda que no tuviste ningún mérito en ello, esto te ayudará cada día a entender el inmenso amor con el que has sido amado y la gratitud diaria con la que debes vivir.

"...Dejé que me hallaran los que no me buscaban; me di a conocer a los que no preguntaban por mí." Romanos 10: 20

Diana Gutiérrez

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