FIDELIDAD: Fiel en tus finanzas

Después de dos semanas de ausencia, volvemos con nuestro estudio bíblico. Quizá al leer el título de nuestra reflexión de esta semana te estés preguntando a qué me refiero con ser fiel en nuestras finanzas. Pero antes de empezar a hablarte al respecto, quisiera que evaluaras por un momento qué sabes acerca de obedecer a Dios en el área financiera de tu vida, sin prejuicios ni ideas infundadas, ¿qué sabes tú al respecto?

Ya que has sondeado cuáles son tus conocimientos al respecto, quiero mostrarte algunos textos de la Biblia que son fundamentales dentro de nuestra reflexión de hoy, el primero se encuentra en Mateo 6: 19-21 que dice:

"No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón."

Y Lucas lo dice de la siguiente manera: 

"No tengas miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino. Vendan sus bienes y den a los pobres. Provéanse de bolsas que no se desgasten; acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no hay ladrón que aceche ni polilla que destruya. Pues donde tengan ustedes su tesoro, allí estará también su corazón." Lucas 12: 32-34

Básicamente el manejo de nuestro dinero nos muestra, en gran parte, en dónde está nuestro corazón; así que cuando evaluamos nuestra fidelidad en este aspecto podemos ver en dónde está puesta nuestra confianza y amor. No es que Dios necesite, sino que yo reconozco que sólo soy un administrador de lo que Él me ha entregado y, por lo tanto, mi dependencia es de Él. El dinero en sí no es malo, malo es que lo amemos (1 Timoteo 6:10)*.

¿Cómo mostramos fidelidad en nuestras finanzas?

-Ofrendando: La ofrenda es adoración a Dios cuando sale de un corazón dispuesto que da con alegría. "Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría" (2 Corintios 9: 7). Además, ofrendar es muestra de nuestra fe en el Señor, y recordemos que la fe va directamente ligada a la fidelidad, "Jesús se sentó frente al lugar donde se depositaban las ofrendas, y estuvo observando cómo la gente echaba sus monedas en las alcancías del templo. Muchos ricos echaban grandes cantidades. Pero una viuda pobre llegó y echó dos moneditas de muy poco valor. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: <<Les aseguro que esta viuda pobre ha echado en el tesoro más que todos los demás. Estos dieron de lo que les sobraba; pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento.>>" (Marcos 12: 41-44). No debemos esperar a tener más para ahí sí dar, eso significaría que damos a Dios lo que sobra y eso no es fidelidad.

Podemos también observar lo que Pablo les dice a los Filipenses cuando ellos le han enviado ofrenda y les dice que ésta es un sacrificio que Dios acepta con agrado, es decir, es adoración para el Señor, "Ya he recibido todo lo que necesito y aún más; tengo hasta de sobra ahora que he recibido de Epafrodito lo que me enviaron. Es una ofrenda fragante, un sacrificio que Dios acepta con agrado" (Filipenses 4: 18).

Ofrendamos para las necesidades de la congregación local, de otros ministerios y de los santos, es decir, de nuestros hermanos en Cristo. En este punto podemos evaluar qué hay en nuestro corazón ¿amor o egoísmo?, y dependiendo del resultado sabremos si estamos siendo fieles en amar y demostrar nuestro amor siendo generosos al compartir de lo que nos ha sido dado.

Si nos alegramos en dar regalos a quienes amamos, entonces seremos fieles en nuestras ofrendas, porque estamos dando a Dios, a quien amamos, por eso la ofrenda siempre debe ser voluntaria, "ordénales a los israelitas que me traigan una ofrenda. La deben presentar todos los que sientan deseos de traérmela" (Éxodo 25: 2). Así que no debemos prometer a Dios una ofrenda que nuestro corazón no va a estar dispuesto a dar con alegría:

"¡Maldito sea el tramposo que, teniendo un macho aceptable en su rebaño, se lo dedica al Señor y luego ofrece un animal mutilado! Porque yo soy el gran rey -dice el Señor Todopoderoso-, y temido es mi nombre entre las naciones." Malaquías 1: 14

"Un hombre llamado Ananías también vendió una propiedad y, en complicidad con su esposa Safira, se quedó con parte del dinero y puso el resto a disposición de los apóstoles. 

-Ananías- le reclamó Pedro-, ¿cómo es posible que Satanás haya llenado tu corazón para que le mintieras al Espíritu Santo y te quedaras con parte del dinero que recibiste por el terreno? ¿Acaso no era tuyo antes de venderlo? Y una vez vendido, ¿no estaba el dinero en tu poder? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? ¡No has mentido a los hombres sino a Dios! 

Al oír estás palabras, Ananías cayó muerto. Y un gran temor se apoderó de todos los que se enteraron de lo sucedido. Entonces se acercaron los más jóvenes, envolvieron el cuerpo, se lo llevaron y le dieron sepultura. Unas tres horas más tarde entró la esposa, sin saber lo que había ocurrido. 

-Dime- le preguntó Pedro-, ¿vendieron ustedes el terreno por tal precio? -Sí- dijo ella-, por tal precio. -Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor?- le recriminó Pedro-. ¡Mira! Los que sepultaron a tu esposo acaban de regresar y ahora te llevarán a ti. 

En ese mismo instante ella cayó muerta a los pies de Pedro. Entonces entraron los jóvenes y, al verla muerta, se la llevaron y le dieron sepultura al lado de su esposo." Hechos 5: 1-10

-Diezmando: El diezmo es una parte de lo que ganamos o recibimos, en este nuevo pacto ya no lo damos por ley sino por amor y gracia; recordemos que somos administradores, no dueños de lo que Dios pone en nuestras manos, y Él ha sido muy generoso con nosotros y bendice la fidelidad de nuestro corazón cuando no está puesta en lo que poseemos sino en aquel que nos dio vida y salvación.
En el antiguo pacto lo daban por ley, pero nosotros habiendo recibido la salvación como un regalo inmerecido ¿no seremos agradecidos al entender que todo lo bueno viene de nuestro Padre celestial? Además, así como amamos a Dios, debemos amar su obra, a quienes le sirven y la extensión de su reino. Cuando no damos para la obra de Dios, mostramos avaricia y la avaricia es idolatría, lo cual es infidelidad a nuestro Dios, porque nadie puede servir a dos señores al mismo tiempo (Mateo 6: 24).

"Cierto dirigente le preguntó: -Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?

-¿Por qué me llamas bueno? -respondió Jesús-. Nadie es bueno sino solo Dios. Ya sabes los mandamientos: "No cometas adulterio, no mates, no robes, no presentes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre."

-Todo eso lo he cumplido desde que era joven -dijo el hombre.

Al oír esto, Jesús añadió: -Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

Cuando el hombre oyó esto, se entristeció mucho, pues era muy rico. Al verlo tan afligido, Jesús comentó: -¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios! En realidad, le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios." Lucas 18: 18-25

Para recordar, las primeras dos personas en la Biblia que diezmaron fueron Abraham (Génesis 14: 17-24) y Jacob (Génesis 28: 20-22), quienes no estaban bajo la ley. En Deuteronomio 14: 22-23 se les enseña a los israelitas acerca del diezmo y se puede observar que era un mandato para  que Israel recordara que era el Señor era quien los bendecía y que debían temerlo siempre. Por esto, si no somos fieles en nuestra economía, podemos terminar siguiendo las bendiciones y olvidarnos de quien nos bendice. Además, el dar implica dependencia del Señor y confianza en Él.

-Dando a otros (padres o familia, hermanos en la fe, necesitados):
Para su familia= "El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo." 1 Timoteo 5: 8
A quienes necesitan= "En las circunstancias actuales la abundancia de ustedes suplirá lo que ellos necesitan, para que a su vez la abundancia de ellos supla lo que ustedes necesitan. Así habrá igualdad" 2 Corintios 8: 14
"Dale a todo el que te pida, y si alguien se lleva lo que es tuyo, no se lo reclames." Lucas 6: 30
"Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron." Y le contestarán los justos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?" El Rey les responderá: "Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí." Mateo 25: 35-40

Así que dar a otros también es ser fieles a nuestro Dios, pero no olvidemos la advertencia que nos hizo Jesús en Mateo 6: 1-4 acerca de no pregonar que estamos ayudando y en Romanos 12:8 de dar con generosidad.

Motivos para dar:
-Misiones o misioneros: Filipenses 4: 10-16
-Pastores: 1 Timoteo 5: 17-18

-Hermanos necesitados: Hechos 4: 34-35
-Personas necesitadas: Lucas 10: 33-35
-A donde haya necesidad por causas de hambrunas, desastres, etc., en especial a nuestros hermanos en la fe: Hechos 11: 28-30
-ADVERTENCIA= No damos a los flojos: 2 Tesalonicenses 3: 10

Cuando damos, reconocemos que el Señor es dueño de todo y es el creador (Salmo 24: 1), además el dar demuestra que hemos dejado a un  lado el orgullo que nos alejaba de Él  y que ahora Dios es nuestro Señor.

Pero cuando no damos y somos infieles en esta área, mostramos que confiamos más en el dinero que en el Señor y nadie puede servir a dos señores. "El que confía en sus riquezas se marchita, pero el justo se renueva como el follaje" (Proverbios 11: 28).

*"Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores."